El cierre de temporada de Jaime Roos en el Auditorio Nacional del SODRE (16 al 26 de mayo) tuvo una audiencia de casi 20.000 personas y artísticamente superó con creces lo esperado.
El propio músico así lo expresó, ubicándolo entre los 3 del podio de su extensa trayectoria.
Si bien Roos y su banda mantuvieron su nivel habitual a través de las presentaciones en Uruguay y Argentina, no se pensó que la serie de 10 espectáculos alcanzara semejante precisión escénica y voltaje emotivo.
Fue una seguidilla inolvidable, no sólo para la audiencia presente sino también para el plantel de 70 personas que trabajó dentro y fuera del escenario. El último show encontró al cantautor con la misma energía del estreno, motivando a su banda, casi melancólica porque el ciclo llegaba a su fin.

En una situación inédita, las entradas para las 10 funciones se agotaron 2 semanas antes del estreno, por lo cual una gran cantidad de gente se quedó sin su lugar. Hasta los propios músicos de la banda terminaron moviendo cielo y tierra para intentar sin éxito conseguir asientos para amigos rezagados.
Lo lógico e ideal hubiera sido continuar unos días más en el Auditorio Nacional, pero la programación de la institución (marcada con un año y medio de anticipación) no lo permitió.

Debido a ello, se consideró la posibilidad de hacer un show extra en un lugar al aire libre y se anunció inmediatamente después de la finalización del ciclo.
Luego de un mes de descanso y reflexión, Roos descartó esa posibilidad. Debido al intenso semestre que tiene por delante con proyectos pendientes, los preparativos de un mega concierto se hubieran convertido en una verdadera sobrecarga de trabajo.
Ante la reiterada pregunta de si se va a retirar definitivamente de los escenarios, el músico de 70 años respondió que el SODRE ha sido un cierre de temporada habitual. "Más adelante se verá. Dejemos hablar al viento", agregó parafraseando a su admirado Juan Carlos Onetti.

Fotos: Marcos Mezzottoni