Los murguistas son tipos con el alma pintada
Que ríen cuando lloran y gritan cuando sienten
Curiosos ejemplares de una especie olvidada
Renacen por diciembre a eso de las siete
Si te encontrás alguno lo reconocerás
Por esa mueca fuerte que les descubre el cuore
O por esa ronquera que talla el carnaval
Y que sólo se borra con tablados o amores
Los murguistas no pegan con el melodrama
No suelen abordar asuntos trascendentes
Se patinan la vida entre el cuento y la fama
Boxeando en el tablado, cantándole a la gente
Seguramente esconden historias en sus puños
Leyendas imposibles de esmeraldas robadas
Recuerdos que no cuentan ni siquiera desnudos
Pues son como puñales que duermen en su almohada
Ojerosos y serios, en cualquier mostrador
Dilapidan fortunas en vueltas sin retorno
Cuando juntan un peso se compran un amor
Un par de lentes negros o unas flores de adorno
Los murguistas no esperan la muerte acorralados
Salen fuera del área a jugarse la vida
Casi siempre la pierden en un tono más alto
Pero antes de partir cantan…
Casi siempre la pierden en un tono más alto
Pero antes de partir cantan
La despedida