Encuentro

(letra: Mauricio Rosencof; música: Jaime Roos)

La vi una mañana cuando iba al almacén;
la calle estaba llena de verano.-
Llevaba un vestidito tan liviano
que el corazón se me fue para la sien.-

Me sentí en el aire, sin sostén,
y un sudor tibio humedeció mi mano,
cuando se fue con su pasito tan ufano
coqueteando la pollera en un vaivén.-

Fue como si me hubiera dado cita;
desde entonces, a esa hora, la esperé.-
Ella sin hablarme comprendió mis cuitas

y a veces me miraba con un no sé qué.-
Me enteré que se llamaba Margarita
y sin deshojarla, supe que la amé.-