Las ventanas de mi casa
hoy se abrieron de repente
Y sé que he sobrevivido
al ahogo del ausente
Las paredes de mi casa
soportaron el temblor
Y descubro con asombro
que tal vez así es mejor
Que no vale tu abandono
ni un minuto más de dolor
Que mi llanto desolado
fue de todo lo peor
Y uno tras otro recojo
aquellos pedazos de mí
Que desparramaste
con tu repentino partir
Y día tras día reencuentro
un adormecido latir
Y yo que creía
que ya no podría vivir
A pesar de ser culpable
de mi noche más terrible
Tengo que reconocerte
algunas de las felices
Aprendí a querer contigo
y a veces dio resultado
Hoy de todo lo vivido
no me queda demasiado
Y uno tras otro recojo
aquellos pedazos de mí
Que desparramaste
con tu repentino partir
Y día tras día reencuentro
un adormecido latir
Y yo que creía
que ya no podría vivir